Todo al que le puedas hablar acerca del Humor Amarillo en España podrá recordar ese viejo programa que a todos les encantaba en la época de los 90´s. Este que se hizo famoso por la chispa de Juan Herrera al doblar a los personajes. Hoy en día existen varias recreaciones del humor amarillo, como por ejemplo humor Amarillo Zaragoza en el cual se intenta recrear todos esos obstáculos a los que se enfrentaban los participantes del mismo.
Humor amarillo era un show televisivo japonés de humor, teniendo sus inicios en los años 1986 y 1989. Los participantes del concurso eran sometidos a diferentes desafíos de destreza, en los cuales podían recibir golpes. El ganador de todas las pruebas tenía la posibilidad de recibir un millón de yenes.
Juan Herrera, era un locutor que había obtenido fama por su programa de radio “Jack El Despertador”. Un día recibió una llamada de una cadena de televisión que estaba en sus inicios. Se dirigió a las torres de ese canal para conversar con el señor Pepe Azpiroz, este acompañó tanto al señor Juan como a Miguel Ángel Coll (también locutor del programa de radio) a un cuarto lleno de varias cajas de cartón que contenían VHS.
Dos días después, Herrera recibe las mismas cintas en su domicilio y luego de pasar varias horas viéndolas y examinándolas intuye que algo se podía hacer con ellas. Finalmente, se realiza un montaje de las cintas donde Coll y el, narraban las mismas improvisando en base a notas del propio Juan.
El programa televisivo se estrenó en 1990. Herrera y Coll terminaron, doblando las tres temporadas. Hay personas que opinan que teniendo en cuenta cosas como el precio y el resultado del programa, Humor Amarillo, es el mayor y más rentable éxito que ha tenido la historia de la televisión española.
A pesar de todos los años que han pasado desde que este programa se estrenó en España, las personas aun están cautivadas por el mismo y hay quienes quieren revivir las hazañas de los participantes, es por ello que muchas compañías en diferentes partes del país se han tomado la tarea de recrear los obstáculos e invitar a quienes quieran probarlos.