¡Una sonrisa amplia no tiene precio! Puede ser una manifestación de una condición interna (estoy feliz), de un sentimiento (te amo) o de un gesto de admiración (que flor tan bella). En cada caso, muestra aspectos positivos y agradables que todos queremos ver en los demás. Sin embargo, tendemos a ocultarla, por razones obvias, cuando nos falta algún diente. La solución a ese problema la encontramos al colocar unos implantes dentales en Barcelona ahora.

Un implante dental reemplaza la raíz del diente desaparecido y sirve de base para, en unos seis meses, fijar la prótesis en el área. Se elaboran con titanio, un material altamente resistente y los instalan odontólogos especializados, por medio de un procedimiento quirúrgico, en el maxilar y por debajo de la encía. Tienen la ventaja de no requerir sujeción a las piezas vecinas.

Con el tiempo el implante se hace uno con el hueso y por tanto, ofrece una estructura estable y sólida a la que se fija permanentemente el diente de reemplazo, que lucirá natural. Esto se traduce en que, al contrario de otras soluciones odontológicas, estas piezas sintéticas no se deslizan, causan irritación, ni pierden fuerza favoreciendo los procesos del habla y la masticación.

Optar por este tratamiento implica cumplir con una serie de condiciones que incluyen tener encías sanas y suficiente hueso al cual fijar el elemento de titanio. Si ha habido pérdida de la estructura ósea o ésta es blanda, se puede hacer previamente un injerto. Asimismo, el paciente debe comprometerse a cuidar su dentadura, mantener una higiene bucal rigurosa y visitar con regularidad al odontólogo para garantizar resultados exitosos.

Distintos factores pudieran afectar la duración del implante; pero, según la Asociación dental Americana, con los cuidados adecuados se conservan hasta por 25 años. La experiencia al presente ha sido muy positiva y existen casos de personas que las han tenido en buen estado por un periodo superior.